La época de los Jueces (I): Débora y Gedeón

Débora, en hebreo דְּבוֹרָה, “abeja”. Era una profetisa y el cuarto Juez (además del único femenino) del Israel pre monárquico. Su historia se cuenta dos veces en los capítulos 4 y 5 del Libro de los Jueces. Jue. 4 es en prosa, narrando la victoria de las fuerzas israelitas dirigidas por el general Barak, a quien Débora mandó llamar pero profetizó que no lograría la victoria final sobre el general cananeo Sísara. Tal honor correspondió a Jael, la esposa de Héber, un quenita fabricante de tiendas. Jael mató a Sísara clavándole una estaca de la tienda en la cabeza cuando dormía.
Jue. 5 cuenta esta misma historia en verso, este pasaje, llamado a menudo La canción de Débora, es uno de los pasajes más antiguos de la Biblia y el ejemplo más antiguo conservado de poesía hebrea.
Se sabe poco de la vida personal de Débora. Aparentemente estuvo casada con un hombre llamado Lapidoth (‘antorchas’), pero este nombre no aparece fuera del Libro de los Jueces y podría significar simplemente que la propia Débora tenía un alma «ardiente». Fue una poetisa y daba sus sentencias bajo una palmera de Efraín. Algunos aluden a ella como la madre de Israel. Tras su victoria sobre Sísara y el ejército cananita hubo paz en la región durante cuarenta años.
En el génesis aparece otra Débora, nodriza de Rebeca (Gn. 24, 59 35,8)




Gedeón, en hebreo, גִּדְעוֹן, "Destructor", "Guerrero poderoso". Fue el quinto de los jueces del pueblo judío y es considerado como uno de los más sobresalientes por la magnitud de su "obra guerrera" contra uno de los pueblos enemigos de Israel: los madianitas. Hijo de Joás de la tribu de Manasés. Los datos que conocemos de su historia se encuentran relatados en el libro de los Jueces de los capítulos 6 al 8.
Hay dos narraciones de su vocación. Al parecer las diferencias se deben a la permanencia de dos estratos de redacción, el así llamado elohísta y el yahvista que se han unido en un solo relato, otros reconocen dos narraciones didácticas y un texto verdaderamente histórico, etc. Las investigaciones bíblicas no han logrado llegar a un punto de vista unificado.
File:Böttcher, Christian Eduard - Gideon selects his army of 300 by observing their manner of drinking from a stream - 1908.jpgEn sustancia, la vida de Gedeón se sitúa tras el asentamiento de los judíos en el llano de Ofrá donde habían asimilado los cultos idolátricos de las poblaciones aledañas. Tras esa infidelidad, Yahveh les habría castigado enviando tribus nómadas y grupos de amalecitas y madianitas a hacerles la guerra. En esos combates, dos hermanos de Gedeón habrían sido asesinados. Los israelitas se arrepintieron y pidieron perdón. Yahveh envió a su ángel a hablar con Gedeón para anunciarle que sería el libertador de su pueblo. Éste pidió una prueba, tras un diálogo algo sarcástico con el ángel. Este último le dio la prueba que pedía abrasando un sacrificio con fuego milagroso. Al día siguiente Gedeón destruyó el altar de Baal. Los grupos nómadas se reunieron para hacer la guerra a Gedeón. Éste reunió un ejército que, con diversas condiciones y pruebas, Yahveh redujo a trescientos hombres (sin contar las tropas auxiliares). Los israelitas atacaron durante la noche y produjeron tal confusión que los madianitas se asesinaban entre ellos y tuvieron que huir despavoridos mientras eran perseguidos por las tropas de Gedeón. Los mismos jefes de Madián, Oreb y Zeeb murieron en la refriega y sus cabezas fueron dadas como trofeo a Gedeón.
Luego de otros combates victoriosos con los madianitas y de castigar a los pueblos que no quisieron colaborar en la persecución, la gente del pueblo quiso que Gedeón fuera su rey. A lo que este no aceptó, alegando que sólo Dios podía reinar en Israel. Con las joyas tomadas a los vencidos, Gedeón se hizo elaborar un efod. No hay tampoco acuerdo entre los expertos en relación con el efod, unos dicen que se trataba de todo un atuendo sacerdotal con sus joyas y adornos, otros que se trataba de una tabla o instrumentos para hacer consultas a Yahveh. Sin embargo, este efod llevó nuevamente a la idolatría a los israelitas. Gedeón gobernó en Israel otros 40 años que fueron de paz y crecimiento. Tuvo setenta hijos (era polígamo) entre los que destaca Abimelec. Es mencionado en el Salmo 83, versículo 12 por sus victorias militares y en la carta a los Hebreos, capítulo 11, versículo 32 por su fe.

El Éxodo (II): Josué


Josué, en hebreo, יְהוֹשֻׁעַ‎, “Yahvé salva” o “Yahvé de salvación”, cuya vida es narrada en el Libro de Josué. El nombre "Josué" es el equivalente hebreo de "Jesús"., fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los hebreos en la conquista de Canaán.  Con el comienza el periodo de los jueces. Se llamaba originalmente Oseas y era hijo de Nun, de la tribu de Efraín (Nm. 13,8). Nació en Egipto, y tenía probablemente la misma edad que Caleb, con quien suele relacionársele. Participó en los acontecimientos narrados en el Éxodo como ayudante de Moisés. Fue el comandante de los israelitas en la batalla contra los amalecitas en Refidín (Ex. 17,8-13).

Se convirtió en el lugarteniente de Moisés, y lo esperó a mitad de camino cuando éste subió al Monte Sinaí a recibir los Diez Mandamientos (Ex. 32,17). Fue también uno de los doce exploradores enviados por Moisés a la tierra de Canaán (Nm. 13,16), y el único, junto con Caleb, en traer un informe alentador.
Yahvé Dios lo eligió sucesor de Moisés y éste lo reconoció como tal (Nm. 27,18-23; Dt. 31). Además, Josué fue encargado de repartir la tierra juntamente con Eleazar (Nm. 34,17). Al morir Moisés, Yahvé renovó a Josué la promesa de la tierra de Canaán, que Josué debía conquistar. Ordenó atravesar el río Jordán, cuyas aguas fueron detenidas mientras el Arca de la Alianza, transportada por los levitas, se encontraba en el lecho del río (Jos. 3). En memoria de este hecho, ordenó erigir doce piedras, representando a las doce tribus de Israel. Por orden de Yahvé, hizo que fuesen circuncidados todos los israelitas que permanecían incircuncisos (Jos. 5).
Conquistó Jericó, cuyas murallas se derrumbaron cuando los sacerdotes que custodiaban el Arca de la Alianza tocaron los shofarim siguiendo las órdenes de Yahvé (Jos. 6). Todos los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, a excepción de la prostituta Rajab, que había colaborado con los espías enviados por Josué, y su familia. La ciudad fue destruida por completo, y Josué maldijo a quien intentara reconstruirla.
Al intentar atacar la ciudad de Hay, sus tropas sufrieron una derrota a causa del pecado de Acán, quien se había apropiado de objetos preciosos que Yahvé había decidido que fueran destruidos. Acán fue lapidado, y Josué logró finalmente conquistar Hay, mediante una hábil estratagema. Los habitantes de Hay sufrieron la misma suerte que los de Jericó. El total de hombres y mujeres exterminados fue de 12.000 (Jos. 8,25). Posteriormente, Josué levantó un altar a Yahvé en el monte Ebal.
A causa de los éxitos de Josué, los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jebeos y jebuseos establecieron una alianza contra los israelitas. Los gabaonitas consiguieron evitar ser exterminados por los israelitas gracias a una estratagema (Jos. 9). Josué venció a continuación a una alianza de cinco reyes amorreos que pretendían atacar a los gabaonitas; durante la batalla, para ayudar a los israelitas, Yahvé hizo que el sol se "detuviera" en el cielo (Jos. 10,13). Tras la victoria, Josué ejecutó personalmente a los cinco reyes (Jos. 10, 26).
Josué ora a Dios para que el sol se pare, 
A continuación Josué conquistó las ciudades de Maquedá, Libná, Laquis, Eglón, Hebrón y Debir. En todas ellas fueron exterminados todos sus habitantes: "todo lo que tenía vida lo exterminó, como Yahvé, Dios de Israel, se lo había mandado"(Jos. 10, 40). Después venció a Yabín, rey de Jasor, y consumó la conquista de la tierra prometida.
Repartió el territorio conquistado entre las tribus de Israel (Jos. 13, 21). En su ancianidad convocó una asamblea en Siquem y recomendó a los israelitas que mantuvieran su fidelidad a Yahvé. Según el Libro de Josué, falleció a los 110 años de edad, y fue sepultado "su heredad en Timnat-sera, que está en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas" (Jos, 24, 30).